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¿Cómo estás, estimado lector? ¿Qué cuentan esos asuntos de dinero?

Déjame adivinar, si estás leyendo esta columna es, como dicen en mi pueblo, una de dos. Eres de esas personas que siempre tienen curiosidad por informarse sobre el mundo del cuidado de tu dinero y las finanzas personales, o eres de esos individuos que al final de la quincena nomás suspiran porque no la ven llegar.

Bueno, sea cual sea el motivo, estás a punto de descubrir el por qué en cuestión de lana, estamos como estamos!

Y, antes de empezar a filosofar acerca del ahorro, el crédito, las deudas, los intereses y ese mundo tan complicado que vive en nuestra cabeza y nos duele en la cartera, vamos a preguntarnos: ¿De dónde es que saqué los hábitos financieros que tengo hoy?

Veamos, seguramente conoces a alguien que con mucho orgullo dice «a mí, mi papá me enseñó que siempre debería ahorrar», que por cierto, seguro has de decir que es un “ñoño”, aunque por dentro te corroe la envidia. Así también, seguramente conoces a alguien que en su casa siempre están apretados de dinero y siempre tienen problemas con la lana. Pero eso sí, pa’ la fiesta nunca falta…Aleluya, el señor proveerá!!!

Y tal vez, mientras lees este artículo digas «a caray ese soy yo».

Bueno pues, entonces la pregunta mágica es, «¿este asunto de saber cuidar el dinero, es cuestión de genética, educación o una mera decisión?»  Pues, averigüémoslo juntos

La herencia genética es el proceso por el cual las características de los individuos (fisiológicas, morfológicas y bioquímicas) se transmiten a su descendencia.  Y como hasta donde sé, en la cartera no tenemos ni “fisiodólares” ni pagamos con “biopesos”, así que podemos descartar lo genético.

Así también, podemos descartar que los hijos de los ricos, serán ricos, y que los hijos de los pobres, serán pobres, ya que los hábitos financieros nada tienen que ver con un karma familiar.  Digo, por si pensabas que tenías que vivir con ello.

«Ah! Entonces, podrías pensar: mis hábitos financieros (buenos y malos) actuales, vienen de la educación y del ejemplo que me dieron mis papás» … ! Caliente, caliente! Te estás acercando, pero oficialmente tampoco va por ahí.

Si bien es cierto que la mayoría de historias de éxito que conoces acerca de los ahorradores,  el común denominador aparentemente es el ejemplo que les dieron sus padres, no necesariamente esto va a garantizar que los hijos tengan éxito con el manejo de sus finanzas.

«Ah, caray…¿no?, pero, ¿por qué?» A pues revisemos tu historia:

Cuando eras un chavito de seguro, tus papás te decían: «niño, bájate de esa silla y pórtate bien» Y tu decidías si obedecías o esperabas la cachetada que ya se veía venir. Como adolescente te decían: «Ahí de ti si llegas después de las 12:00» y tu decidías si garantizabas un nuevo permiso de tus papás, o si según tu entrabas como ninja a la casa, solo para ver a tu papá con cara de palo esperando oír tu choro-explicación.

Bueno, pues del mismo modo el tener o no buenos hábitos financieros siempre ha sido y será tu decisión! 

Sí, la educación de los padres es una gran guía y ejemplo para que desde chavo entiendas que el dinero, como las plantas, hay que cuidarlo y hacerlo crecer. Pero la responsabilidad de hacerlo, siempre ha sido –y será- tuya.

Y aquí vienen las buenas (o malas noticias, según lo quieras ver): Está totalmente en tu control, el que puedas modificar o mejorar estos hábitos! Y lo mejor del caso es que…»nunca es tarde».

Pero, ¿qué es lo que te ha estado estorbando todo este tiempo para tomar esa decisión? Ah, pues te estorban tres cosas:

  1. La niebla de excusas que te pones para iniciar.
  2. Las ganas de sentir que mereces más de lo que tienes.
  3. Y sobre todo…El miedo a ponerte metas y fallar (Ouch!).

Por cierto, si para este momento escuchas una voz que dice: «Ufff, como que ya me deprimí… ¿y si voy por un helado para pasar la pena?» ¡Aguas!… Esa, es la voz de tu inconsciente gastalón. No la escuches.

En verdad, la cosa no es tan grave, tú puedes tomar el control. Así de sencillito suena, y así de sencillito es. Eso sí, siempre y cuando confíes en que el que tiene el poder, y por lo tanto la capacidad de hacer cambios en tu vida y en tus hábitos financieros, eres tú!

Este espacio, estimado lector está hecho para ti. Para que puedas encontrar respuestas, ideas y uno que otro chisme financiero que genere en ti la chispa para hacer cambios en tus hábitos actuales, y que te ayude a proteger y procurar el patrimonio que tanto trabajo te cuesta crear.

Por favor, hazme llegar tus comentarios y solicitudes de temas que quieras tocar a campeche@gmail.com

Y recuerda, «la lana viene y va… pero porque tú la dejas escapar». Hasta nuestra siguiente colaboración!

Adolfo Vargas  /av Asesoría en Vida

Protección patrimonial, retiro y seguros

campeche@gmail.com / @av_campeche